Este desarrollo, comenta el Dr. Laborde, fue encargado por la empresa española Abengoa en el 2003 y fue, como todo desarrollo, un trabajo en equipo en el cual participaron los Drs. Amadeo, Baronetti, Dieuzeide, Giunta, Larrondo y Mariño y el Técnico Químico Roberto Tejeda, además de becarios como Gonzalo Alvaro, Betina Schonbrod y Verónica Más. También participó desarrollando el software para el diseño de los reactores el grupo del Dr. Pio Aguirre del INGAR, otro instituto CONICET asociado con la UTN Reg. Santa Fe. Para completar el equipo, en Madrid estaba el grupo dirigido por la Dra. Loreto Daza del Instituto de Petroleoquímica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España.
Esta tecnología tiene raíces en la ciencia argentina. En 1991, Miguel Laborde, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y profesor en la Universidad de Buenos Aires, desarrolló un método para obtener hidrógeno a partir de etanol.
En 2005, la empresa española Abengoa adquirió esa metodología mediante un convenio con el CONICET, con el objetivo de integrarla en pilas de combustible.